miércoles, 2 de noviembre de 2011

SEÑALIZACION Y/O SEÑALETICA


Señalización.

Los textos visuales son, un juego de diversos componentes formales y temáticos que obedecen a reglas y estrategias precisas durante su elaboración. Toda teoría de la imagen presupone una teoría del significado y debe estudiar los sistemas culturales actualizados en las operaciones de representación.

SEÑAL: Se entiende como una función un tanto divergente del signo
y el símbolo. Toda señal nos transmite un estímulo, condición
necesaria para toda transmisión de mensajes.



La semiótica distingue tres clases de señales:

1. La primera comprende las señales índices; las llaman "signos
naturales" nos transmite la información que obtenemos de los
fenómenos de la naturaleza.

2. Señales copias o señales imágenes, consiste en que el significado
("contenido") y la forma exterior, tienen una semejanza entre sí.

3. Las señales de comunicación o los signos convencionales que son los
signos propiamente dichos.

La señalización trata de mensajes fijos para receptores en movimiento, por lo mismo, exige respetar la alta velocidad de lectura a que se sujeta ese receptor móvil, por lo cual, los signos manejados deben ser, forzosamente, eficaces (el receptor debe recurrir a ellos).

Si el señalamiento es una de las labores más difíciles que puede tener un diseñador, dicha labor se ligaría directamente a lo que podría ser una teoría del diseño; y que los cimientos de una teoría del diseño deberían estar ligados, a dos vertientes: por un lado, al estudio de las ideologías, y por el otro a los problemas de los lenguajes visuales; para lo cual, debemos partir de aclarar nuestro concepto de ideología como un sistema de opiniones fundado en un sistema de valores.

Pero ese señalamiento no es solamente una serie de fragmentos físicos de la materialización de una realidad ideológica. Al reflejar dicha realidad estamos reflejando también otra realidad exterior al pictograma. Ese signo, esa señal, ese pictograma, se convierte en "algo que está en lugar de otra cosa", lo cual sería el viejo concepto de signo. Ese señalamiento, esa maleta que está dibujada ahí para que vayamos a recoger el equipaje en un lugar determinado del aeropuerto. Es una abstracción. Es un signo. El hecho de que se haya tratado de legalizar a ciertos tipos de señalamientos, "estandarizándolos", (como los de las terminales de transporte internacional), de acuerdo a cánones que no nacen de nuestra cultura visual, sino que son considerados "universales".

El uso de los códigos de señalamiento se ha vuelto indispensable para poder orientarse, movilizarse y sobrevivir en este gran monstruo urbano. La señal, sinónimo de índice, es una vertiente del signo que coloca Peirce, junto con el símbolo y el icono, precisamente en aquel ángulo del signo relacionado con la Práctica, al que los griegos llamaron Prágmata o sea, donde encontremos lo relacionado con el Nivel Pragmático.

El campo de la señalización, que pudiera parecer un campo únicamente indicativo, aparecen también los íconos y los símbolos, pero dependientes y supeditados a las categorías indicativas del signo señalizador. Les llamaríamos a esos signos, en este caso, íconos indicativos, o símbolos indicativos. Al hablar de señalización, debemos aclarar que nos referiremos a índices, a indicadores, a señales, o mejor aún, a sistemas de señales, que transmiten información gráfica, simplificada y condensada en códigos que puedan orientar a un receptor (o a muchos) en espacios determinados; y cuyo lenguaje se desarrolla, principalmente, desde principios de este siglo. El señalamiento propiamente dicho, como lo conocemos hoy, o sea, como un sistema de señales, nace con los grandes conjuntos urbanos de nuestro siglo, que son los grandes conjuntos urbanos de nuestro siglo, que son los que originan todas estas necesidades de señalización, por una urgencia de elementos indicativos de dirección, de identificación, de localización y de orientación esenciales para la convivencia.

Cada una de las señales (pictogramas), debe dar una sensación de unidad con el resto del sistema. En cada uno de estos pictogramas el diseñador debe presentar elementos fácilmente reconocibles y decodificables para sus receptores; los cuales, en muchas ocasiones, pertenecen a diferentes grupos culturales (como puede ser en el caso de los señalamientos empleados en las Olimpíadas). El diseñador tiene que enfrentar la realización de una mezcla de abstracciones que tienen que unificarse en solo código.

El diseñador debe saturarse a fondo del conocimiento y del funcionamiento del espacio que pretende señalizar antes de iniciar la labor de diseño propiamente dicha. En señalamiento un signo que funciona mal es peor que la ausencia de signo. Y puede haber, mil causas para que funcione mal posibilidad de confusión en sus significados, mala integración a su espacio, dificultad de lectura, etc.


I.- El Nivel Pragmático, al estar ligado a la práctica del signo,
corresponde, lógicamente, al objeto del mismo (el ángulo del objeto
era aquel en el que los estoicos colocaban, precisamente, al
prágmata). Está profundamente inmerso, por una parte, en la
práctica social; y por otra, en lo práctico, en lo fácilmente
practicable que sea el signo para sus receptores.

II.- El Nivel Sintáctico es aquel que corresponde a la conexión o al
eslabonamiento de unos signos con otros, o de esos signos con su
entorno. Es el Nivel de la Sintaxis, que va de la mano con la
elaboración del Discurso.

III.- El último de los tres, o sea el Nivel Semántico, es el Nivel de
interpretación, el que marca el significado.

Peirce señalara para el objeto: indice, icono y símbolo. Jakobson marca una serie de realciones en cada uno de estos tres elementos:

A) Contigüidad efectiva (relación indicativa).
B) Similaridad efectiva (relación icónica).
C) Contigüidad asignada (relación simbólica).

Surge de este planteamiento una cuarta posibilidad, que, a pesar de ser una maravillosa veta para el estudio de la estética desde el campo de la semiótica, Jakobson se detuvo poco a explorarla. Nos referimos a:
D) Similaridad asignada.


Nivel Pragmático.

No se limita únicamente a estos aspectos ligados a las prácticas culturales del receptor. Implica también todas aquellas vertientes que tienen que ver con lo práctico del signo; lo cual implica que debe ser perfectamente visible y legible por aquellos a quienes se dirige. El señalamiento siempre es indicativo, y los índices son codiciosos por naturaleza (recordemos que Peirce se refiere a ellos como "aquellos que llaman la atención").
En el Nivel Pragmático, los signos deben forzosamente, quedar comprendidos dentro de las prácticas socio-culturales del receptor. Mientras más cercanos sean a estas prácticas, las posibilidades de aceptación por el usuario serán más intensas, y será más fácil que se cubran los otros niveles.

Toda la voluntad de comunicar y todo el contexto cultural en el cual manejamos los signos no nos servirían de nada si no se ven, si no están construidos en un material que tenga duración y resistencia suficientes, si no se perciben o se ven mal, o si se pierden dentro de las estridencias visuales de un entorno en el que no destacan. El Nivel Pragmático tiene, entre otros oficios, el de cumplir los objetivos necesarios de impacto visual dentro de las condiciones dadas de iluminación, de distancia, de contraste de color interno, de contraste con su entorno (sin perder el respeto del espacio señalizado), de contraste de fondo-figura, de angulación y otros factores propios del espacio que se va a señalizar.

Nivel sintáctico.

La gramática no es otra cosa que la lógica aplicada al lenguaje; y una de las partes más importantes de la gramática es la sintaxis, a la que Stati, define como "el estudio de la conexión de los signos". Grandes estudiosos de la sintaxis, como Chomsky, Gremias, Martinet, Lepschy, Benveniste, Eco y otros no menos importantes ni menos recientes, parecen coincidir en la estrecha relación existente entre la sintaxis y significado. La nueva sintaxis sería el estudio de los significados de los signos resultantes de las relaciones o conexiones entre los diferentes significados de cada signo, nace la sintaxis.

Un pictograma debe estar en íntima relación con el marco que le contiene, ocupando un espacio que le proporcione el suficiente "aire" para ser leído con facilidad. Relación exacta de fondo y la figura en cada pictograma de un sistema de señales, conduce a un primer plano en el Nivel Sintáctico: la apariencia, indispensable para poder darle el nombre de "sistema", de que todos y cada uno de los pictogramas pertenecen a una sola y única familia. La idea de "parentesco" entre los signos, nace del manejo de retículas similares para el trazo de cada uno.

 Nivel semántico.

En el siglo II de Nuestra Era, Sexto Empírico, considerado el último de los Estoicos por algunos, o el primero de los Escépticos por otros, sostiene que "una de las tres partes del signo es aquella que nosotros comprendemos con el entendimiento". En aquel incipiente concepto del signo, había tres realidades del signo que no se podían separar:

A). El "complejo sonoro", signo propiamente dicho, o sea, lo que se practicaba, el prágmata, que en nuestro caso es la imagen, a la que podríamos llamar "complejo visual".
B). La "cosa" que está ausente, el "referente", aquello a lo que hacemos referencia.
C). Lo "designado", que equivaldría al significado o la interpretación.

Peirce en 1902 nos da la siguiente definición de signo: "Un signo, o Represetamen, es un Primero que está en tal relación triádica genuina con un Segundo, llamado Objeto, como para ser capaz de determinar a un Tercero, llamado su Interpretente, a asumir con su Objeto la misma relación triádica en la que él está con el mismo Objeto. La relación triádica es genuina, vale decir, sus tres miembros están ligados entre sí de modo tal que no se trata de un complejo de relaciones diádicas".

El significado es una posibilidad tanto de relacionar como de interpretar. De ello se deduce que el Nivel Semántico (significado) está intensamente ligado, en una relación triádica genuina, por otra parte, con el Nivel Sintáctico (relación); y por otra parte, con las prácticas culturales (Nivel Prágmatico) del correspondiente grupo social.

La relación que establece Peirce entre el signo y el concepto es una de las bases que darán origen a la actual "ciencia de los significados" que es la semántica, que, a fin de cuentas, no es más que una rama, quizá la más importante, de la semiótica.

El utilitarismo más precario y urgente –al que hay que incluir la magia ritual como una pragmática, y no solo el funcionalismo mas inmediato y elemental- provoco la necesidad de <<poner señales>> a las cosas con el fin de procurar una lectura del entorno, una puntuación referencial del mundo, los hombres, las cosas, los objetos y los espacios, por medios de marcas convencionales que soy hoy objeto de estudio de la simbólica o ciencia de los símbolos.

Señalizar deviene así de un impulso intuitivo y mas tarde se convierte en una practica emperica, guiada por la experiencia que se desarrolla progresivamente y es perfecciona en la medida que crece el número de personas itinerantes, la necesidad después la facilidad y finalmente el yacer de desplazarse, junto con la aparición de la bicicleta, la irrupción del automóvil y el aumento creciente de la velocidad.

De estas urgencias emerge la presencia de un <<lenguaje>> simbólico, que debería ser captado automáticamente y comprendido por todos los individuos. Así cristalizan las primeras tentativas de normalización , es decir, la búsqueda de un sistema lógico de información espacial, que fuera generalizable –omnipresente-, sistemático y por tanto, universal. Los orígenes remotos de la disciplina señalética son tan antiguos seguramente como la misma humanidad y obedecen al acto instintivo de orientarse así mismo y a otros, por medio de objetos y marcas que uno deja a su paso o sobre la cosas materiales de uso. Señalizar es el acto de incorporar señales a las cosa del entorno –referenciarlas-, ya se trate de objetos naturales o artificiales, el propio cuerpo, el espacio vital que uno ocupa, un camino o ruta intrincada. La señalética tiene sus inicios remotos en el marcaje. Se funcionaliza y se estandariza con la complejidad del entorno y la movilidad social. Hasta que se adapta a problemas de información espacial.


 

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